8 meses. 8 meses han pasado desde la última vez que actualicé el blog. Y ya me vale, porque este blog se fue construyendo desde que empecé a juguetear con la idea de hacer el EIR y mirad a dónde he llegado.
Tras leer la última entrada en la que hablaba de lo contenta que estaba por trabajar en verano no he podido evitar emocionarme. Fue un mes y 10 días muy intensos, en los que pude sentirme como una matrona profesional. Ya no era la residente en el hospital, sino que era matrona y la gente me trataba como tal. A pesar de contar con la ventaja de conocer el sitio por haber hecho allí la residencia, tenía mis miedos. Miedo a no saber resolver, a tener dudas o a no saber reaccionar ante situaciones límite. Por suerte, todo fue genial. Jamás olvidaré el parto del 30 de agosto. Tras una guardia durísima en la que hubo mucho trabajo, a las 4 de la mañana vino al mundo Enzo. El nombre de Enzo hasta entonces me habia recordado al hombrecillo de 4 patas de unas grandes amigas, pero desde aquel momento me evoca ternura, cariño y sobretodo vida. A día de hoy, mantengo relación con los papás y cuando puedo voy a ver al pequeño, puesto que fue uno de esos partos que no se van de la memoria.
Desde septiembre, nada de trabajo. Nada. Ni de enfermera ni de matrona. Aproveché el tiempo nada más acabar y en octubre me apunté a inglés. Me saqué el B2 y tras muuuuuchos papeleos con el NMC (el colegio de enfermería en Inglaterra) por fin estoy colegiada, de enfermera. De matrona es algo que tendrá que esperar. A pesar de que en un primer momento me llevé un palo, si es así es por algo. Quizá porque primero tenga que trabajar allí de enfermera o quizá porque tenga que esperar en España a ser una registered midwife. Quién sabe.
Hay días de todo. Días en los que me aburro enooooooormente, días en los que me levanto y no sé qué día es. Pero por suerte, esto son los menos. Intento hacer cosas para mentenerme activa. Todo tiene su parte positiva y gracias a que estoy en casa en el paro, estoy hinchándome a hacer cursos y también pasando más tiempo con mis amigas.
Estoy pendiente de una entrevista. Por mi parte, sigo en modo English e intentando aprovechar al máximo el lado bueno de estar en casa. Y cómo no, en cuanto puedo me escapo a mi segunda casa. Queda muy poquito para que estemos juntos... (*)+(*)
Gracias, gracias a todos y cada uno que aguantáis mis días. Volveré a escribir en cuanto tenga novedades, I promise!
P.D. Desde aquí hago un llamamiento a mi rodilla. Hazme el favor, bonita, de recuperarte ya. Que la caída tampoco fue pa' tanto y menuda guerra que me estás dando!! Aguanta las procesiones y dame una tregua para el running que yo me portaré bien. ¿Trato hecho?
Os dejo un texto que me parece precioso... perfecto para las mujeres que están de parto, cuando creen que las fuerzas flaquean y no pueden más. Porque sí que pueden.
"Yo se parir.
Como parieron las mujeres que me precedieron.
Mi madre, mi abuela, mi bisabuela, mi tatarabuela,
Y así hasta la primera mujer.
Lo llevo grabado en mis células.
Es su legado.
Mi cuerpo sabe parir.
Como sabe respirar, digerir, engendrar, andar, hablar, pensar.
Está perfectamente diseñado para ello:
Mi pelvis, mi útero, mi vagina,
son obras de ingeniería
al servicio de la fuerza de la vida.
Yo soy ‘la que sabe’.
Y ‘la que sabe’ me susurra:
‘Cabalga la energía de las contracciones como si fuera el éxtasis,
Loba, leona, hiena, yegua, zorra, gata, pantera…
Encuentra tu hembra de poder y conviérte en ella’.
Y siendo ella, mamífera todopoderosa, doy a luz."
Mónica Manso
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